En una zona montañosa muy visitada por
jóvenes para acampar se encontraba Luis junto a dos de sus compañeros,
los cuales se burlaban insistentemente de él, porque era su primera vez
fuera de casa, y llevaba horas intentando armar su refugio. Los otros
más experimentados, ya habían levantado su campamento y en la fogata
preparaban la cena, pues se acercaban las 10:00 PM, y al siguiente día
les esperaba una larga caminata.
Mientras continuaban riéndose en el fuego, vieron a los lejos la sombra de un hombre,
que se acercó con un paso extrañó, y al verlo iluminado por la luz de
su fogata lo único que notaron fue el hacha que cargaba firmemente en su
mano izquierda. Su cabello y barba eran tan largos que apenas se le
podía ver la cara.
Con un poco de desconfianza, pensando en
no alterar al extrañó, los muchachos lo invitaron a cenar con ellos. El
desalineado hombre se sentó a su lado refunfuñando y levantando el hacha en cada oportunidad,
con movimientos amenazantes. De inmediato los chicos se levantaron y le
ofrecieron un plato con guisado, pero el solo los miraba fijamente,
inmóvil, y luego simplemente se fue.
Al siguiente día, el guardabosque
apareció muy temprano, pidiendo que se marchasen, y con una fotografía
en manos, de un hombre con pelo largo igual al que vieron la noche
anterior, les dijo que se trataba de un asesino serial que con hacha en mano, había escapado la noche anterior del manicomio central internándose en la montaña.
Los jóvenes no quisieron escuchar
mas, le dijeron al guardabosques que había pasado por su campamento en
la noche, sujetando el hacha, ni siquiera se dieron tiempo de levantar
su campamento, se marcharon solamente con lo que llevaban puesto.
HISTORIA DE TERROR
VERDADERAS
La casa de la otra cuadra
Una vez en frente de la casa de un amigo estaba con mi hermano y mi amigo conocido como Tito.
El es el que vive frente a esa casa.La casa tenia rejas pero en una
parte no. Una vez pasamos por la casa y mi amigo nos estaba contando que
siempre en la noche se escuchaban ruidos.
Desde una altura como la casa no se ve casi nada logramos ver una
ventana con un sombra y vimos una cara media trasparente y bajamos de la
altura.
Eran como las 17 horas y al rato volvimos de nuevo vimos algo en el
entre el pasto largo de la casa y Tito dijo:ya estoy furioso y grito
aaaaaaaaaaaaaa!!!Luego tomo una piedra y con toda su fuerza la lanzo a
donde estaba el fantasma y casi casi le da.
Después de eso el fantasma no dejó de mirarlo y casi se desmaya pero
salio corriendo para su casa y yo y mi hermano para la nuestra.
Seguimos pasando por la casa pero ni la miramos.
Esto es verdad. Mi madre, nunca asesino.. pero si mato. Esta historia es muy corta. Cuando mi madre era adolescente trabajaba en algo (no recuerdo en que).
Un día llego tarde y la regañaron. Al charlar con su padre de eso
dijo –Ah! Que se rompa un hueso!- Al siguiente día, el hombre, que era
anciano, se cayó y se partió un hueso de la cadera. El padre le replico
que no dijera esas cosas y mi mamá dijo –Ah! Ma si! Que le dé un
ataque!- Al siguiente día, a el hombre le dio un ataque al corazón y
murió. Mi mamá no se apartó de las posibilidades de que ella lo halla
hecho al pedirlo, pero.. Ella es normal..
Ahora ya no dice esas cosas.. Intenten no bromear con eso.. No vaya a ser que les suceda lo mismo.
Les digo, El titulo no es muy ingenioso. Y siendo sincera, mi madre
mato. Es una forma de decir. Nunca incumplió una ley, ni siquiera las de
transito.
IMAGENES DE TERROR
IMAGENES CHISTOSAS
HISTORIAS DE TERROR CORTAS
La foto fantasmagórica
¿Sienten a veces cómo qué los ojos de las fotos te siguen a dónde vas? Bueno, léan esto.
New York, Estados Unidos, un jovén de 13 años llamado Mark, vivía
feliz, era afortunado, y todo eso, Mark tenía su cuarto lleno de sus
fotos, para recórdarse lo lindo que era... Un día, su hermano menor Jake
(De 11 años) sintió celos hacía Mark, y decidió lo peor: Torturarlo y
matarlo. Ideó todo desde un comienzo, y secuestró a Mark. Cuándo estaban
en la guarida, por así decirlo, Jake comienza a torturar a su hermano,
y, sabiéndo lo que estába logrando, agarro una cámara, y le saco una
foto a su hermano, ensangrentado, y agonizante....Luego, decidió
matarlo, y lo hizo. Jake, a escondidas, reveló la foto de Mark
torturado, y la colgó en su cuarto. A la noche, Jake oye susurros que
dicen: Muerto soy más lindo, aunqué no lo debíste hacer... Se levantó
resaltado una noche, encendió la luz, y la foto de Mark torturado era
diferente: Mark ahora lucía unos ojos rojos, y miraba enojadamente a su
hermano, le seguía con la mirada... Jake, corriendo se fue al , meditó, abrío una puertilla, saco unas para calmarse, y en el espejo, con sangre vió:
Jake, Jake... Te estaré siguiendo a dónde vayas...
Pegó un grito tán fuerte, y se fue a su cuarto. Ahora la foto de
Mark lo miraba, pero con una sonrisa malévola... Jake, cómo estaba tan
asustado, se fue a la segura... Agarró un cuchillo, se lo clavó en el
pecho, pero antes, se cortó el rostro y se saco una foto. Ahí siguen,
los dos hermanos, en un marco, mirando a todos... Los fantasmas del panteón
Hubo una vez dos chicos que deseaban contar una buena historia de
terror. Como no encontraban nada que contar se les ocurrió la idea de
internarse en el panteón.Así lo hicieron durante la madrugada para que
nadie los viera. Esperaron durante un rato a ver lo que pasaba. Como
nada sucedía se les ocurrió la loca idea de empezar a excavar con
herramienta que encontraron en un lugar en el que se veía la tierra
suelta. Aunque era obvio que se trataba de una lápida reciente su
juventud los motivó a continuar con su locura.
Como empezaban a hacer demasiado ruido los vecinos se percataron del
inusual ruido, alarmados agarraron sus machetes, escopetas y piedras y
buscaron sigilosamente el sitio de donde provenían aquellos extraños
ruidos. En la oscuridad se escuchó una voz gritando: Ahí! Y se les
fueron encima pensando que eran dos fantasmas malditos. Los apedrearon,
los acuchillaron, los machetearon... Hubo mucho ruido y barullo en aquel
cementerio aquella noche. Dos disparos de escopeta acabaron con todo el
bullicio. Volandoles la tapa de los sesos a cada fantasma. Solo al día
siguiente se dieron cuenta de que no eran fantasmas sino gente ociosa a
la que habían dado muerte. Aunque hubo detenidos de esos hechos a nadie
se le pudo culpar directamente porque la gente del pueblo aseguraba que
esos chicos eran profanadores de tumbas. Cuentan que a los chicos se les
ve desde entonces atemorizando y profanando las tumbas de los nuevos
difuntos de esa población, de los cuales sus restos aparecen
desmembrados y esparcidos por el cementerio con una extraña nota en sus
cuerpos: "En donde están nuestros sesos?"